Una extraña energía se apodera del viajero que por primera vez conoce esta tierra pura y magnética de abruptos contrastes.

De la cordillera de los Andes, que tan celosamente lo guarda, hasta el rincón más remoto de la impresionante Tierra de Fuego, Chile es impredecible y excitante por igual.

 

La Patagonia más auténtica

Experimentar la autenticidad de la Patagonia chilena sobrevolando en helicóptero montañas, ríos o glaciares, para después regresar a nuestro alojamiento que, con tan solo 7 habitaciones, se presenta como uno de los más exclusivos del mundo.

 

 

Parque Nacional Torres del Paine

Descansar en un exclusivo ice camp asentado sobre un glaciar milenario, y dormir rodeado por el azul más intenso y el blanco más puro que puede encontrarse en la Patagonia.

 

Un balcón a las estrellas

Ver las luces del desierto desvanecerse con la llegada de la noche, mientras el viento se cuela entre las calles de San Pedro de Atacama, y alzar la vista para contemplar el cielo nocturno en uno de los mejores destinos del mundo, para observar la danza de los astros.


 

Naturaleza Pura

Descubrir el imponente Glaciar Leones en jet boat, cuyos hielos eternos y témpanos a la deriva sobre el lago pueden admirarse desde increíblemente cerca, practicar kayak en las Capillas de Mármol o hacer rafting en el Río Baker, uno de los más salvajes de la Patagonia.


 

La cuna del surfing ancestral

Sumergirse en las cristalinas aguas del océano Pacífico, donde los fondos de roca volcánica producen olas perfectas y tubulares de hasta 5 metros de altura, lo que convierte a la Isla de Pascua en un paraíso para los surfistas.

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